Yo aplaudo, tú aplaudes, todos aplaudimos
“El aplauso es uno de los sonidos más potentes que pueden emitir las personas; también es uno de los más misteriosos. ¿Por qué lo producimos? El aplauso es una señal de acogida, de apreciación, de respeto y de entusiasmo.”
Robin Maconie / Compositor y crítico musical
El aplauso, ese acto simple que unir las manos y provocar un sonido, ese acto tan simple o banal, pero con tanto simbolismo y significado. El aplaudir, en los distintos tipos de espectáculos, pero en particular en la música, es un recurso para reconocer el trabajo del artista, del músico, del creador, reconocer y aceptar que nos ha gustado lo que hemos escuchado.
El aplauso puede ser compromiso en algunas ocasiones para los asistentes, pero para muchos, es un símbolo de júbilo y reconocimiento, es cierto lo que menciona el compositor Robin Maconie, los aplausos son “la analogía del abrazo, dado que surge del hecho de que al estrechar a alguien con afecto, le impedimos moverse. Los destinatarios del aplauso son abrazados por el sonido.” Y todos de alguna manera queremos ser abrazados y acogidos, por el simple hecho de recordar la primera memoria en el seno materno.
Decía en sus presentaciones el incansable Vicente Fernández, “mientras ustedes aplaudan, yo sigo cantando”, en símbolo de agradecimiento a su público, y vaya que lo hacía, continuaba cantando y cantando y dejando memorables presentaciones ante sus asistentes. Como músico y como creador he aprendido el gran significado emotivo del aplauso, es el alimento de la creación, ese reconocimiento a nuestro trabajo, un concierto sin aplausos es como una vida sin alma, sin razón de ser.
Lo escribía hace poco mi amigo Carlos Franco, músico y bajista en cierta publicación, “el aplauso une a las masas. (…) Es difícil resistirse a no contribuir con nuestras palpas. Hay definitivamente un cierto gozo en aplaudir”. Y claro que existe un placer y goce en esto, tanto para el asistente como para el músico. Te has preguntado estimado lector ¿por qué aplaudes en los conciertos? Es una acción aprendida, cultural o social o simplemente ¿el goce por el disfrute de lo que la música provoca en tu ser? Ahí es donde los aplausos toman sentido, es unir nuestra energía, tanto asistentes como músicos para reconocer nuestro gusto, goce y placer de estar presentes en un mismo espectáculo. Yo aplaudo, tú aplaudes, todos aplaudimos.
Charles Gnomosky
Foto: Fotorock21
