ROSTRO DEL SOL- ROSTRO DEL SOL

“Qué bueno ver que los músicos hippitecas están agarrando la onda, su patín, y se alivianan bien suave con su poderosa música y qué chido ver que no solo es una, sino varias bandas aztecas que presentan este sonido bien pachecódico”.

Revista MEXICO CANTA. 1972.)

Porque esta música lo amerita, comenzamos con este “alucín” atemporal. Los muchachos que hicieron este disco llamado: ROSTRO DEL SOL, mamaron toda o casi todas las influencias que aquí suenan, de bandas de esos años.

Realmente es una grata sorpresa, encontrar un disco así, sin miedo, creativo un alivio para la salud auditiva, si lo que les gusta es el rock psicodélico. Pero para ellos, no basta con eso, aquí encontramos: jazz, hard setentero, progresivo, blues, toques de música latina, etc.

Todo comienza con una intro que suena a un feed back con mucha distorsión, para luego adentrarnos a un sonido rico en matices. Teclados que te ponen a recordar, bajo un púrpura profundo. Guitarras y sax que evocan a varias bandas de aquel viejo, pero buen rock mexicano, de bandera avandariana. El corte dura nueve majestuosos minutos y se llama Effect of Creation.

El desfile continúa y nos regalan algo llamado Solarflare y aquí, es la guitarra la que destaca. Siendo una demostración del talento de estos jóvenes, con un teclado impresionante que no suena a nada nuevo, pero que aún así, te invita a moverte, y el solo de guitarra es lo que más vale la pena. Rolota. De verdad, un agasajo.

Backyard´s Blues. No podía faltar un corte que revisara el origen de todo esto, el viejo buen blues, pasado por una dosis de alguna sustancia, de esas que se usaban por los sesenta-setenta y transformaban el horizonte lleno de color. Cambios de ritmo sensacionales, solos de guitarra y teclados y un diálogo poderoso entre éstos, que brinda toda la intención y magia del buen rock setentero.

Bop C. Sketches. el bajo se apodera del ritmo sincopado y nos da unos riffs de furioso jazz, donde la guitarra se desboca y nos regala un tremendo tema. Los cambios de ritmo son brutales y la ejecución muy virtuosa. Ese sax, en el interludio es un mar de la tranquilidad en esta tormenta desenfrenada de jazz- rock de alta escuela. Una demostración maravillosa.

Tales I-III. Y bueno, en aquellos años primigenios, las fusiones dieron luz a un sonido progresivo y aquí hace su aparición. Un tema lento, pero nunca tranquilo y menos con ese solo kilométrico que es marca registrada de esos años. Sí hay dos bandas que me vienen a mente son: ELP y algo de PINK FLOYD. No sé cómo se llama el guitarrista, pero es un maldito genio.

Cynical Mind. ¡Qué forma de cerrar este disco! Un collage de sonidos que te sorprende. Aquí está todo lo que tuviste en el disco, genialmente mezclado. Una demostración del virtuosismo como ejecutantes, que traen cada uno de los integrantes de la banda. Incluso, nos regalan un magnífico solo de batería.

En algún lugar leí, que este disco era como si te invitaran a una fiesta y estuvieran ahí para tocar: Hendrix, Alvin Lee, Purple, Santana y Zappa, confieso que pensé que eran unos exagerados, pero ahora creo que se quedó corto: Javier Martín Del Campo, Polvo, El Ritual, más un montón de músicos y grupos mexicanos e ingleses sin olvidar a Ted Nugget, el de los sesenta, se sumarian a esta celebración.

Luego entonces lo que aquí tenemos es un disco enorme y totalmente instrumental. Una fiesta que te hará viajar a un país lejano donde los colores son chillantes, las chicas traen flores en el pelo y usan minifaldas mientras la música te atrapa. De verdad, cuando menos lo notes, estarás bailando o mínimo, moviendo la cabeza.

Me despierta una esperanza en la música joven, en nuestro rock mexicano y sé que no son los únicos afortunadamente.

Es una pena, que ya no sea posible adquirir el disco físicamente, y yo les urgiría a que lo reediten cuanto antes, pues lo digital se olvida muy rápido.

Búsquenlo, seguro que no se arrepienten. ¡Feliz viaje!

Pd: Quiero mi copia física, gracias.

Por : Alan Van Gil

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