Red Hot Chili Peppers: la manía de estar vivos
“Es la misión de mi vida. Pero sobre todo el intenso deseo que está dentro de mí de tocar música que nunca se va y es lo único profundo cuando los tiempos son duros y somos golpeados, cuando realmente dentro estoy perdido… y en ese momento, al tocar, soy libre. Soy uno con todo”.
Flea
El pasado martes 10 y miércoles 11 de octubre una vez más los Red Hot Chili Peppers visitaron la Ciudad de México. El Palacio de los Deportes con más de 21 mil fans, fue testigo de la energía y potencia sonora de esta banda californiana con más de 30 años en el camino de la música. Anthony Kiedis (voz), Michael “Flea” Balzary (bajo), Chad Smith (batería) y Josh Klinghoffer (guitarra) dieron una cátedra de rock, funk y mucha, mucha pasión por la música.
Los Chili Peppers, además de ser miembros exclusivos del salón de la fama del Rock & Roll (ingreso en 2009), nos demostraron que con más de cinco décadas de vida a acuestas, Anthony, Flea y Chad, (a excepción de joven su guitarrista Josh Klinghoffer de 38), tienen mucha más energía que muchas personas con menos de 20 años que ellos, la música es vida, y para ellos es su motor energético. Un show desbordante y eufórico, un bajo monstruoso de Flea, unas bases rítmicas poderosas a cargo de Chad y una voz inconfundible de Anthony nos reiteran que siguen siendo los amos del funk-rock, a pesar de que se le extraña a John Frusciante en la alineación, el joven Klinghoffer está a la altura de la historia y potencia de los RHCP.
Un gran amigo me decía hace algunos años, “yo quiero llegar a los 60 años y seguir quitándome la playera en los conciertos”, y es que llegar a más de cinco décadas de vida, con más de treinta años en el show del rock y seguir quitándose la playera arriba de un escenario, demuestra su gran manía de estar vivos. Los RHCP nos recuerda la necesidad de tocar, escuchar y vivir la música. Larga vida (sin playeras) a los Red Hot Chili Peppers.
Charles Gnomosky
Foto: Fernando Aceves