El placer de escuchar música

“La música comienza en la mente. El sentimiento musical es tan individual como las mentes de las personas. Música es el nombre dado a cierto tipo de percepción de sucesos ocurridos en el mundo del sonido”.

Robin Maconie

Desde que nacemos, todos los seres humanos tenemos la capacidad de escuchar, claro, existen sus excepciones por cuestiones clínicas, pero un ser humano que haya nacido sin problemáticas, desde el día uno de su existencia puede escuchar y percibir  sonidos. El mundo desde su inicio fue sonoro, existen infinidad de fuentes sonoras en nuestro alrededor, algunas agradables, algunas no tanto, pero esa percepción sonora de notas y sonidos en constancia armonía le podemos llamar música.

La música, constituye el consumo cultural más cotidiano y constante, dado que no se necesita una pausa para su consumo como leer un libro o mirar una película, nuestros ojos tienen párpados que se cierran, pero nuestros oídos se encuentran desprotegidos, las vibraciones de los sonidos nos afectan directamente en nuestro interior.

En las diferentes partes y momentos de nuestra historia, la música ha tenido significados diferentes, pero el verdadero poder de la música no sólo reside en escuchar ni en contemplar cierta obra determinada, si no el acto mismo acto de relacionarnos con la creación sonora, recreamos la música al apropiarnos de la forma, o así lo pensaba el musicólogo Christopher Small.

¿Pero, cómo nos relacionamos con la música? En verdad escuchamos y sentimos los sonidos ordenados provenientes de las distintas fuentes sonoras del mundo. La música puede ser una herramienta o un antídoto para las presiones de la vida, pero también la música ha sido utilizada para ocasionar diferentes malestares, depende de su contexto y su fin primordial. El placer de escuchar música radica en conectarnos con los sonidos y ocupar no solamente el sentido del oído, sino dejarnos conectar por los sonidos con todo nuestro cuerpo: conectar mente, cuerpo y corazón.

En tiempos complicados, que los sonidos agradables de este mundo y toda la música maravillosa creada para ser disfrutada, que sea un placer escuchar música, conectado nuestra memoria pasada  al recordar viejos tiempos y ocupar nuestra memoria futura al construir nuevos recuerdos.

Charles Gnomosky

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